En ese primer encuentro, Carlos Burillo llamó al juvenil Lizarbe para que sustituyera al veterano Víctor Luengo. Cinco semanas más en el banco o cerrando los partidos, le llevaron a la séptima jornada de liga en la que salió de la partida frente al San Lorenzo, momento en el que comenzó a convertirse en una pieza fundamental en la defensa del club caspolino.
Dos temporadas en Preferente hasta dar el primer salto a Tercera, en la liga 14/15, donde jugaría treinta y cuatro partidos y marcaría su primer gol (jornada 18 en el Utebo-Caspe). Nuevamente dos temporadas en Preferente y vuelta a la categoría Nacional.
En la presente campaña, Luisja y sus compañeros de vestuario persiguen un objetivo muy bonito, como lo define el propio jugador, y encabeza el ranquin de los futbolistas de la actual plantilla en enfundarse la camiseta caspolina.
Y, ¿qué recuerdo?
Pues, me acuerdo de cuando empecé a entrenar hace siete años que para nada me imaginaba que pudiera llegar hasta aquí.
Era un chaval joven, con ilusión, con ilusión de poder jugar en Preferente… en Tercera…
Estaba rodeado de gente veterana, de gente joven, gente de nivel, que para mi, entonces… bueno entonces y ahora, he aprendido muchísimo de todos ellos en este recorrido con el club.
Agradecido en estos siete años, sobre todo, a muchísimos jugadores que han estado conmigo, al cuerpo técnico, a las directivas.
Son siete años donde he podido disfrutar de momentos muy buenos, otros quizá no tan buenos, pero al final hay que quedarse con lo positivo.
Esta temporada tenemos un objetivo muy bonito y hay que seguir.
Mientras haya fuerza e ilusión a mi me gusta, yo disfruto con el fútbol y estoy muy contento donde estoy ahora mismo.